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miércoles, 28 de abril de 2010

¡TODO EL MUNDO AL SUELO!













Aquel año 1981 sucedieron cosas muy importantes, tanto a nivel nacional, como mundial.
En Egipto, era asesinado Anuar el Sadat, en Roma el Papa Juan Pablo II era tiroteado por el turco Alí Agca y en EEUU Ronald Reagan es herido también en un tiroteo en Wasington.
En Francia, tras 23 años de gobierno de la derecha, gana la elecciones presidenciales François Mitterrand.
En España, haciéndose insostenible la situación a Adolfo Suárez, por las luchas internas en su partido, éste dimite como presidente del gobierno, presentándose como sucesor Leopoldo Calvo Sotelo. Durante la votación en el congreso, para su elección, irrumpen en el hemiciclo un grupo de guardias civiles, mandados por el eterno salvapatrias Teniente Coronel Tejero y al grito de ¡quieto todo el mundo!, secuestra a los parlamentarios, poniendo a España al borde de otra guerra civil. El golpe es secundado por algunos generales y en Valencia Milans del Bosch, saca los tanques a la calle. Finalmente, la mayor parte del ejército, se mantiene fiel al rey y a la democracia y se consigue volver a la normalidad relativa de la época.
Pasado el susto, España sigue caminando hacia la normalización y se va equiparando al resto de Europa y del mundo con las leyes que se van aprobando, como la del divorcio, votada en el parlamento español en el mes de julio. También este año, llega a España el Guernica de Pablo Picaso.
Pero para nosotros, no había nada más importante en el mundo que nuestro hijo.
Toda nuestra atención estaba focalizada en Víctor. Mª José lo disfrutaba durante todo el día, pues no trabajaba y se pasaba el día con él. Yo salía corriendo hacia casa del trabajo, para poder cogerlo, bañarme con él y luego en el comedor, tenerlo tumbado entres mis piernas, oyendo música, que le relajaba mucho, mientras Mª José preparaba la cena.
Víctor era un crío muy tranquilo, alegre y muy querido. Dormía en su cuna al lado de nuestra cama y nos hacía de despertador por las mañanas, venga el salto, hasta que nos levantábamos.
El día del 23F, estábamos a la hora del golpe en casa de mis padres, ajenos a lo que sucedía, cuando nos llamó mi tía, para interesarse, si estábamos todos bien. Como no sabíamos nada, nos contó lo que estaba pasando e inmediatamente, nos subimos en el coche Mª José, Víctor y yo, para irnos a casa. Lógicamente, llevábamos la radio puesta e íbamos oyendo el bando de Milans, con lo que la incertidumbre de lo que iba a pasar era total. Yo estaba preocupado, pues me había licenciado hacía relativamente poco y no sabía qué podía pasar si nos movilizaban a todos. ¿En qué bando nos tocaría?. Yo dependía de la región militar de Cataluña, pero claro no sabía cómo estaban repartidas las voluntades y las fuerzas. Desde luego en Valencia estaba claro.
Me pasé toda la noche enganchado al televisor, hasta que salió el Rey y tras su discurso, parece que se iban tranquilizando las cosas. Así pues al día siguiente, me fui al trabajo, pensando que lo peor había pasado.
Nuestra vida volvió a girar en torno a Víctor; yo seguí trabajando en T. Blasco y me puse a estudiar en la UNED, para sacarme el Acceso a la Universidad para mayores de 25 años.
En el trabajo, había algunas turbulencias, que no me gustaban, así que me puse a prepararme por si acaso.
Cuando salía a las seis de la tarde, me encerraba a estudiar, o me iba a Vila-real a clase. Pasamos un año un tanto agobiados, pero al final aprobé el curso.
Para Pascua, nos organizamos un excursión con unos amigos -Alvaro y Emi- a Matet y allí pasamos el día los cinco. Cargamos nuestro R-5, pues no era cosa de ir a sufrir y el final del día, lo acabamos en nuestra casa porque se puso a llover, pero lo recordamos con cariño. En esa excursión planificamos un nuevo viaje, esta vez a Cuenca durante un fin de semana. Era la primera vez que íbamos a dejar a Víctor con mis padres, tenía siete u ocho meses y la verdad es que nos costó un poco, pero también lo pasamos bien y claro al regresar, cogimos a Víctor con muchas ganas.
Y así entre trabajos, estudios y sobre todo Víctor iba transcurriendo nuestra vida.
La relación entre nosotros era mejor cada día y no se había resentido en absoluto con la incorporación del nuevo miembro de la familia. A Mª José ser madre no le supuso ningún trauma, pues venía de una familia numerosa, donde este papel ya lo había ejercido; más bien al contrario, estábamos contentísimos, felices y ella guapísima.
Creo que en este capítulo he repetido muchas veces el nombre de Víctor ¿verdad?; pero qué le vamos a hacer era nuestra vida . . .

lunes, 26 de abril de 2010

Una situación embarazosa.

1980, hace treinta años.
Exactamente eso, hace treinta años, fallecía el maestro del suspense, Alfred Hitchcock y asesinaban a un icono de la música y la protesta John Lennon. En ese mismo año el disco del grupo Pink Floid, "The Wall" es número uno en las listas de éxitos. En EEUU es elegido presidente un actor de cine: Ronald Reagan. Pues sí, la nación donde todo es posible.
En España, mientras tanto, la democracia se iba asentando, aunque de vez en cuando atravesábamos turbulencias, como la condena del teniente coronel Tejero, por conspirar contra la democracia, en la conocida como operación Galaxia, el nombre del bar donde se reunían los golpistas. Este hombre se haría famoso unos años más tarde.
Felipe González, mientras tanto, y ante la inestabilidad del partido en el gobierno, presenta en el congreso de los diputados una moción de censura que es rechazada por tan sólo 14 votos. Se iba preparando el terreno.
La familia Sorlí/Gallén (o sea nosotros), mientras tanto, seguía con su vida.
Consolidado el tema sentimental, con una magnífica relación de pareja, disfrutando los momentos que nos brindaba nuestra situación privilegiada, independientes y estabilizada la situación económica, después de dos años casados, a finales del 79, nos empezamos a plantear tener un hijo.
Sopesados los pros (muchos) y los contras (ninguno), nos apeteció, nos apeteció mucho, así que nos pusimos manos (y todo lo demás) a la obra.
Y a las primeras de cambio, ¡NOS QUEDAMOS EMBARAZADOS!.
La concepción, tuvo lugar entre los días, 22 y 23 de enero, no puedo ser más preciso en cuanto a la hora y el alumbramiento, estaba previsto para el mes de octubre.
Yo seguía trabajando en T. Blasco, el trabajo me iba bien. Había conseguido ganar el cariño de los dueños, que eran gente trabajadora, que con su esfuerzo habían montado una empresa que les funcionaba bien, era un taller de chapa y pintura del automóvil, y depositaron en mí toda su confianza.
Los domingos seguía la tradición de la paella familiar en casa de los suegros, con lo que nos juntábamos un montón de gente, se comía bien, se bebía bastante, se hablaba mucho y se discutía sobre todos los temas de actualidad. En ese aspecto eran memorables las discusiones, sobre todo, de mi suegro y yo, pues nuestras posiciones, eran diametralmente opuestas en temas como la política, la economía y sobre todo la religión. Nosotros antes de casarnos, habíamos dejado el Camino Neocatecumenal (los Kikos) y ellos seguían allí la mayor parte de la familia, así que el tema estaba servido. Pero las discusiones bastante acaloradas, solían terminar relativamente bien y hasta el próximo domingo.
También eran memorables las partidas de frontenis, que jugábamos en el frontón que se había construido mi suegro en "la nave", residencia de la familia, donde en verano nos reuníamos todos los hijos y cuñados y donde nos seguimos reuniendo, para las celebraciones familiares.
Solíamos jugar Ximo, mi suegro, normalmete Titín (un amigo de mis suegros) y yo.
Mi suegro se apuntaba siempre conmigo; yo de delantero y él aguantando la pared en la parte de atras. La táctica de juego de mi suegro, como él, no era muy estilista y desde luego nada fina; se basaba más o menos en el garrote y tente tieso: "Paco tírala fort arrere" y claro cuando los dos delanteros nos poníamos a hacer dejaditas y dos paredes, se ponía nervioso: "collons ja está bé de mariconaes, tírala arrere".Solíamos ganar siempre y luego en la piscina nos reíamos mucho comentando las jugadas, pero mientras él se cogía unos buenos rebotes, allí detrás, apoyado en la pared, con su faja enrrollada para protejerse los riñones y su gorra ladeada para protejerse del sol. . . parecía más un carretero que un jugador de frontón, pero era entrañable, visto con la perspectiva del tiempo claro. Buenos tiempos aquellos.
Y así entre el trabajo y el ocio, se fue aproximando la fecha del nacimiento del que sería nuestro primer hijo.
El día fue el 11 de octubre, un sábado por la mañana, muy de mañana las 6, Mª José se empezó a notar los primeros síntomas de que empezaba la cosa, así que después de llamar a la comadrona y reconocerla, nos aconsejó que esperásemos todavía unas horas. Sobre las diez de la mañana, nos trasladamos ya al hospital y tras una espera dolorosilla para Mª José y larga para mí, pues entonces no se entraba a la sala de dilatación y la incertidumbre se apoderaba de uno. Sobre la una del mediodía, nació Victor Sorlí Gallén.
Este sí que puedo deciros que fue el día más maravilloso de mi vida.
Tras estar un rato con Mª José y mi hijo, tampoco podíamos estar todo lo que queríamos, me fui a dar la noticia a los respectivos padres, pues entonces no había móviles.
Recuerdo, que mientras iba en el coche hacia casa, dí algún grito de alegría.
Primero se lo dije a los padres de Mª José y luego me fui a casa de los míos para participárselo y claro, organizar el viaje para que las dos familias pudieran ver a madre e hijo de 14 a 16, que eran las horas de visita.
La cosa fue muy bien, y a los dos días la familia Sorlí/Gallén, volvió a casa con su nuevo miembro, Victor, a empezar a vivir una nueva vida.

jueves, 22 de abril de 2010

Hogar dulce hogar.

Llevamos ya un año felizmente casados. Disfrutando de la soledad en pareja, trabajando todo el día juntos en la tienda de ropa, si bien este trabajo no duraría mucho pues Ximo y Begoña se quieren ir de itinerantes y los padres de Ximo no quisieron seguir el negocio y prefirieron cerrarlo y alquilar el local. Toca buscarse otro trabajo.
La vida de pareja nos va muy bien. A Mª José, todavía le queda la inercia de hermana mayor, y en "nuestra" casa siempre tenemos a alguno de los pequeñajos, a quienes tenemos como a hijos. Por nuestra parte, de momento no pensamos en tener descendencia. Hay que desintocsicarse antes, pero poco a poco, para que no sea traumático.
Este año, ya no tenemos el 600 y nos compramos coche nuevo, un R-5 color butano. Al igual que el 600 el R-5 también podría contar muchas historias.
Por fin a través de un amigo, encuentro trabajo, mientras estamos en liquidación por cierre en la tienda de ropa, así que en tanto acaba de trabajar Mª José en la tienda, yo me incorporo a Talles Blasco, en la carretera del puerto, como administrativo. En este trabajo, estaría una larga temporada y empezaría a coger experiencia real y consolidarme en el mundo laboral.
Una vez cerrada la tienda, Mª José, se quedó en casa y lo recuerdo como una etapa muy feliz y divertida.
Por las mañanas, yo me iba a trabajar y ella se quedaba en la cama, algunas veces no siempre, y a la hora del almuerzo, sobre las nueve y media, en vez de ir al bar, me acercaba a desayunar con ella en el piso, a base de leche y tostadas.
Por las tardes, después del colegio, los hermanos mayores de Mª José, se pasaban por allí y al salir yo del trabajo, ya teníamos montada la partida, con musiquita de fondo y fiesta completa. Seguíamos siendo los hermanos de referencia, a los que se les cuentan las penas y el lugar de reunión y acogida cuando se sentían incomprendidos en casa.Este año 1979, Mª José y yo nos montamos un viaje, como lo solemos hacer siempre, con una ocurrencia, que luego maduramos rapidillo y carretera y manta: a La Coruña.
Cargamos nuestro R-5 y disfrutamos, esta vez sí, el viaje y no como en la "luna de miel", que no fue tal.
La cosa funcionaba bien en nuestra relación y económicamente, empezábamos a estabilizarnos, aunque como siempre justillos, pues como veréis en el desarrollo de nuestra vida, siempre hemos estado metiéndonos en negocios y líos, que al final siempre nos han salido bastante bien.
Pero eso es adelantar muchos acontecimientos y tendréis que esperar para enteraros.
Nosotros este año podíamos ver en el cine los estrenos de "Alien" y "Kramer contra Kramer", habíamos ido a votar en las segundas elecciones generales, que volvió a ganar la UCD de Suárez y vimos en nuestra "tele" de blanco y negro primero y en color después, la victoria de Margaret Tatcher (la Dama de Hierro) en Inglaterra y el acceso a la presidencia de Irak de Sadam Hussein; supongo que os suena este nombre.
Por estos tiempos, la revolución tecnológica se llama "Walkman" que es un artilugio, mediante el cual podías oír cintas de casette, con unos auriculares, mientras paseabas, porque lo de hacer "footing" por la calle en aquella época, lo hacían muy poca gente, o sea algún loco como yo.

lunes, 19 de abril de 2010

¡¡VIVAN LOS NOVIOS!!

21 de enero de 1978, a las cinco de la tarde, con permiso de la autoridad e hiciera el tiempo que hiciera. Ese era el día.
Pensareis que fue el día más feliz de nuestra vida, o por lo menos el segundo, pero no; ¿el tercero?, pues tampoco.
La verdad es que nosotros de lo que teníamos ganas era de casarnos, pero todo el tema de la ceremonia y de la boda, nos lo tomamos como un trámite por el que había que pasar.
Llegamos a la fecha de la boda bastante cansados. Hay que tener en cuenta, que el piso, nos lo habíamos arreglado nosotros, pintado, empapelado, lacado de puertas, más todos los trámites de la ceremonia y Mª José seguía siendo la mayor de una familia de diez hermanos, con lo que ello implicaba.
El día no empezó bien.
A las nueve de la mañana, me levanto para ir a la nave, donde se tenía que celebrar el banquete, para echar una mano preparando mesas y toda la parafernalia de bocadillos, bebidas, "champañ", etc. y en cuanto pongo el pie en tierra, me empieza a sangrar la nariz.Así pasé todo el día, incluida la ceremonia, no sangrando continuamente, pero con la amenaza pendiente y mi padre con una bolsa de botiquín de emergencia. Pasamos la ceremonia y el banquete y tras los parabienes y las fotos de rigor, nos fuimos de viaje de novios, aunque hubiésemos preferido quedarnos en nuestro piso tranquilitos y descansados, por fin solos, pero había que cumplir con la tradición y tras desplazarnos a Alcocebre donde pasamos la primera noche, en la que sí que volví a sangrar por la nariz, cogimos carretera y manta, hasta el Valle de Arán en Viella.
El viaje fue infernal. Estamos hablando del mes de enero.Si no cayó la mayor nevada del siglo pasado, como si lo fuera, pues nosotros no habíamos visto la nieve en la vida. Yo no veía donde terminaba la carretera y donde comenzaba el precipicio. Llevábamos cadenas en el maletero, que previsores ¿eh?, pero no nos atrevimos a parar a ponerlas y como pudimos llegamos al parador, nos inscribimos, nos subimos a la habitación, nos echamos en la cama (vestidos), quietos cual muertos y no nos volvimos a casa inmediatamente, por el largo camino, porque acabábamos de llegar y sobre todo por no volver a pasar la experiencia de conducir a ciegas y con la que estaba cayendo, que si no . . .
Al final, pasamos una semana en el parador, y lo que más hicimos, fue descansar en el salón y leer, dar alguna vuelta y soñar con irnos a casa y emprender nuestra nueva vida.
Comprenderéis que el inicio, no es lo que recordamos con más cariño.
De vuelta a casa, nos instalamos y empezamos a trabajar en la tienda con Ximo y Begoña.
La tienda era una "botiga", donde se vendía mayoritariamente tela para vestidos, cortinas, etc y Ximo/Begoña, quisieron darle una vuelta de imagen y convertirla en "boutique". Y lo hicieron. Y allí estamos Mª José y yo otra vez liados con los pinceles y las brochas y las fregonas.
Al final quedó bastante bien y realmente, teníamos buena ropa, marcas italianas y de primer nivel y una buena clientela.
Nosotros, empezamos a disfrutar de nuestra soledad, si bien al principio, lógicamente, teníamos mil compromisos con amigos y familia, a cenas y copas.
Y así con nuestras soledades y trabajando juntos en la "Boutique JS", iniciamos esta nueva etapa de nuestra vida, en este primer año de descubrimiento el uno del otro a jornada completa.
¡Tiempos felices!.En el mundo, ese año se casa también, en una ceremonia bastante diferente a la nuestra, la princesa Carolina de Mónaco. Nace el primer bebé probeta y ya por esa época, se prohiben en Suecia los aerosoles (hace tiempo, eh?). También se estrena la película "SUPERMAN".
En España, se aprueba la Constitución y pese a los avances en democracia, Albert Boadella, director "dels Joglars", tiene que huir, después de ser detenido por la puesta en escena de "La torna", obra como todas las de este grupo teatral, provocadora e irreverente, pero claro el cuerpo del dictador, todavía estaba caliente. Sí, este Albert Boadella tan contestatario, es el mismo que se ha incorporado a los teatros oficiales madrileños de Esperanza Aguirre. ¡¿?! No entiendo nada.

miércoles, 14 de abril de 2010

Planes de boda.

Corre el año 1977 y mientras en el mundo, se produce la jura como presidente de EEUU de Jimmy Carter , muere el rey del rock and roll, Elvis Presley, así como Charles Chaplin (Charlot), en España, tras la muerte de Franco, en plena transición, un grupo de ultraderecha, asesina a cinco abogados laboralistas, en la calle Atocha, produciéndose durante el entierro, una de las más multitudinarias manifestaciones de rechazo, de sindicatos y partidos de izquierda. Este año, el presidente del gobierno, Adolfo Suarez, si no con nocturnidad y alevosía, sí con festividad y alevosía, en plena Semana Santa, legaliza el Partido Comunista de España.
En el mes de junio, se celebran las primeras elecciones libres desde hace 41 años, que gana la UCD de Adolfo Suárez. En el mes de octubre, son firmados por todos los partidos, los Pactos de la Moncloa, para sacar a España de una crisis económica, con la inflación desbocada y ese mismo mes Josep Tarradellas, regresa a Barcelona y pronuncia su ya famoso "Ja soc aquí".
Por esas fechas, María José y yo, llevamos cuatro años de noviazgo y nos empezamos a plantear casarnos.
Yo después del permiso de navidad, me incorporé al servicio militar en Barcelona, en el Rgto. Mixto de Ingenieros, dependiente de Gobierno militar, delante de la estatua de Colón al final de las Ramblas, donde iba una vez a la semana a hacer las guardias en la centralita; el resto de la semana lo pasaba en el cuartel cerca de la Pza. España,, donde dependiendo de un Comandante, llevaba una oficina de material de transmisiones.
Solía venir a Burriana en tren, casi todas las semanas. Alguna, cerrando la oficina el viernes, antes de que llegara el camión con el material, para poder coger el tren y viéndome al volver el lunes a las seis de la mañana, todo el material descargado en la puerta. Una de estas veces, el capitán de la compañía, quiso castigarme llevándome a unas maniobras y al decirle al Comandante que tendría que cerrar la oficina, lo arregló con el Capitán. Me escapé por los pelos, pero no pasé una mala mili. Lo que sí recuerdo es la música de la serie de Curro Jimenez, la serie que hacían por aquella época en TVE y que ponían los domingos por la noche, cuando yo me iba a la estación a pie y que oía por las ventanas de las casas, cuando pasaba.
María José y yo decidimos definitivamente casarnos, pues entre que ella estaba un poco sobrepasada por tener que llevar prácticamente la casa y mis ausencias por el tema del servicio militar, nos entraron la prisas.
Así que hablamos con los respectivos padres y los míos no opusieron ninguna objeción, pero Vicente y Fina, las pusieron todas, las habidas y por haber. Decían que éramos jóvenes, lo cual era cierto, que esperáramos unos meses, lo cual no tenía mucho sentido. Nosotros dijimos que lo teníamos claro y andábamos buscando piso. Al final, parece que mis futuros suegros, cedieron e incluso, nos facilitaron un piso en una finca que había heredado Vicente de sus padres y que estaba terminando.


Mª José se ocupaba del acabado del piso, guiada por los paternales consejos, casi obligados, de Vicente, pero parecía que lo teníamos todos claro. Se habían hecho las reuniones con todos los implicados en el tema, padres, suegros y nosotros; teníamos los muebles mirados; y cuando vengo de permiso en el mes de agosto, parece que habíamos retrocedido a la primera casilla, pues me dice Mª José que sus padres no tenían del todo claro, por qué teníamos tanta prisa en casarnos. Así que nos vamos a la "nave" a hablar con ellos, y encontramos a Vicente al fondo de la misma, con sus casi dos metros y los brazos en todo lo alto, "conversando" un poco fuerte con Fina y nos preparaamos para lo peor. Vuelta a la reunión familiar, otra vez con mis padres incluidos y al final, nos mantuvimos firmes, y quedamos en casarnos un 21 de enero de 1978, la fecha era oficial.
Yo me licencie en el mes de diciembre. Como comprenderéis, la cosa fue bastante deprisa y tuvimos que hacer invitaciones, poner lista de boda y concertar con la iglesia el día. Todo fue bastante rodado y Mª José la que más cargó con los arreglos finales, además de seguir llevando la casa.
Pero por fin teníamos piso y nos habían llegado los muebles. Todo estaba preparado para el gran día.
En cuanto al tema laboral, Chimo y Begoña, nos propusieron trabajar en la tienda de ropa que tenían los padres de éste y que les habían cedido para que lo regentaran ellos.
Así pues quedó todo más o menos atado y bien atado para nuestro enlace, que os contaré en el próximo capítulo.

miércoles, 7 de abril de 2010

¡¡PRESENTEN ARMAS!!

Estamos en 1976 y si bien a nivel internacional, destaca la muerte de Mao en China o la llegada de las primeras fotografías de Marte, lo más importante en cuarenta años, sucede en España. Y lo que sucede en España, es el inicio de "La Transición" de un régimen dictatorial a una democracia parlamentaria.
Una vez elegido D. Juan Carlos de Borbón Rey de España, éste confirma por unos meses a Carlos Arias Navarro como Presidente del Gobierno, pero viendo que las reformas no avanzan por las desavenencias entre las distintas corrientes, aperturistas y continuistas, el Rey en una decisión que nadie esperaba, tras incluirlo en el triunvirato del que tenía que salir el nuevo presidente, opta por un joven desconocido, que si bien es una figura emergente del movimiento, tiene unas ideas más avanzadas: Adolfo Suarez.
Con la complicidad entre ambos, consiguen que se avance muy rápidamente, aprobando la Ley de Reforma Política. Ya en este año Suarez, se entrevista con Felipe González, creando la base de la legalización de los partidos políticos.
Con la muerte del dictador, van volviendo a España la gente que se había exiliado, por sus ideas políticas: Enrique Tierno Galván, Salvador de Madariaga, Rafael Alberti, Joan Manuel Serrat . . .
Santiago Carrillo, dirigente del Partido Comunista de España, es detenido cuando iba por Madrid, con su famoso peluquín por montera.
Y en estos tiempos, en que suceden acontecimientos tan decisivos para la historia de España, la vida sigue tranquila en Burriana.
Yo sigo trabajando en GRUSCANA. Este año, me compro mi primer coche: un SEAT 600 como no, blanco con tapicería roja de "skay" (no de piel), por supuesto de segunda mano, pues el encargado del almacén, se ha comprado un coche mejor: un R-8 TS, con cuatro faros, ¡buaa, que coche!.
El coche, me cuesta 11.000 pesetas, el sueldo de un mes en aquella época.
Qué recuerdos los del 600. Cuando por las mañanas en las que habiendo llovido por la noche, no quería arrancar. Cuando íbamos Mª José y yo a cogerlo por la tarde para dar una vuelta y tampoco arrancaba. Cuando arrancaba y nos íbamos la mar de contentos, se calaba en pleno centro de Burriana, en el Plá y tenía que empujarlo yo sólo y Mª José sin carnet de conducir y sin tener ni idea de cómo se ponían las marchas, se tenía que sentar al volante. Pero nos llevaba a todas partes, siempre que no fuese muy lejos ni muy rápido.

Nuestra relación estaba totalmente consolidada, tanto a nivel de pareja, como en el ámbito familiar. Tanto es así, que los consuegros, se montaron un viaje los cuatro a Valderrobres, con el Land Rover, claro y nos dejaron a Mª José y a mí, al cargo de la casa y por supuestos de los críos de la familia, que por aquella época eran nueve, pues Begoña ya se había casado y Mª José era la mayor.

Y lo pasamos bien. Yo me quedé los quince días en el chalet con toda la familia, y pasé de ser como un hermano y un hijo más, a ser además, casi un padre.
Como era verano, por las tardes, cargábamos a los pequeños en el coche y nos íbamos de excursión a la "finca", en el "camí les tancaes", donde había una balsa para el riego, que nosotros utilizábamos de piscina. Por las noches, partidilla de cartas con los más mayores, después de cenar.
Total que hicimos ejercicios prematrimoniales, pero de familia numerosa.
En el mes de Octubre de ese año, me tuve que incorporar a filas. Por aquél entonces, la "mili" era obligatoria. A mí me tocó el CIR (Centro de Instrucción de Reclutas) en San Clemente de Sasebas, un pueblecito al lado de Figueras y cerca de la frontera con Francia. Allí aparte de la instrucción normal, me pusieron en la oficina de la compañía, con lo que no lo pasé del todo mal.
No, tranquilos que no os cuento batallitas de la "mili".
Juré bandera en el mes de diciembre. A la jura, vinieron mis padres y Mª José. Por supuesto, les llevé a ver Figueras y el museo de Dalí y despues de la jura y pasar todo el frío y la tramontana que se tenían que pasar en esa zona y en ese tiempo, diciembre, nos volvimos a casa todos juntos a pasar un permiso y celebrar la navidad.
Así concluye el año, pero no la mili. Todavía me quedaba un añito más, destinado en Barcelona.