La familia y uno más.

Entre las muchas películas que se estrenan este año, destacan por variadas razones: "1984", basada en la novela de ficción ( o no) de George Orwell y que nos habla del Gran Hermano que nos controla a todos. Destaca también "Amadeus", con una banda sonora impresionante, aunque quien ganó el Oscar a la banda sonora ese año fue "Purple Rain" de Prince (el artista que luego no se llamó Prince y ahora no sé en como dice llamarse, pues ese). También se estrenó "Terminator", que revolucionó los efectos especiales en el cine.

En España, la democracia parecía totalmente consolidada y en las elecciones autonómicas catalanas, ganó por mayoría absoluta Jordi Pujol, encabezando la coalición de Convergencia i Unió.

A nosotros, en mi trabajo me iba bien, la tienda iba bien, las clases iban bien y Mª José iba de coronilla.

Yo seguía corriendo y ganando alguna carrera y quedando el 3ª en el campeonato provincial de cross, lo que no estaba mal pues ya no era un jovenzuelo y me valió el que el entrenador del C.A.B. me pusiese unos planes de entrenamiento brutales, con 110 Kms. a la semana, que me puso en una forma increíble y me dejó en 63 kilos.

Y como todas las cosas importantes, parece que suceden por casualidad o suerte, pero para ello, tienes que estar preparado y crear las condiciones oportunas.

Nuestra ilusión seguía siendo comprar un terrenito en el mar para edificarnos una segunda vivienda, sin muchas pretensiones, pero que nos sirviera para pasar los fines de semana y el verano; así que íbamos buscando el lugar idóneo, cerca del mar y por supuesto no muy caro.

Un día estando haciendo la compra Mª José en la tienda y comentando nuestras ganas de tener algo en el mar, la propietaria le dice que por qué no echabamos un vistazo por la Serratella, que ellos tienen una casita y es un lugar muy tranquilo.

El fin se semana, cogimos el coche y a Víctor, claro y fuimos a dar una vuelta por esa zona que nos era totalmente desconocida . . . y cuando al entrar por un caminito vimos una explana, justo enfrente del mar, dijimos: "Aquí nos vamos a comprar la parcela y hacer el chalet, esto es lo que andábamos buscando".

Y empezamos todas las averiguaciones, para hablar con el dueño del solar, que tuvieron que parcelar, y lo hicieron a partir de la parcela que nosotros queríamos: en primera fila y cuadrada.

No fue sencillo, pero después de muchas negociaciones, con el dueño del solar, con costas, pues nos queríamos asegurar de que se podía construir y más tarde con el Ayuntamiento, pues no estaba urbanizado, en el mes de octubre de 1984, teníamos la escritura de nuestra parcela de 800 metros cuadrados, en primera línea frente al mar. Ya os dije que casi siempre conseguimos lo que queremos.

Una vez tuvimos la parcela, nos dimos un respiro, pues no podíamos edificar enseguida, pero empezamos a hacer planes. Y cómo disfrutábamos haciendo planes.

Por esa época, en el trabajo me ofrecieron un perro, pastor alemán, con un pedigrí un poco alterado, pero pensando en la parcela lo acepté, con lo que incrementamos la familia con uno más, una en este caso pues era perra. Pensaríais por el título, que llevábamos idea de tener otro hijo, pero la verdad es que estábamos disfrutando mucho de Víctor y pensábamos que no tendríamos nunca otro hijo, pues creíamos, parece que equivocadamente, que no nos sería posible ilusionarnos y querer tanto a otro hijo como queríamos a Víctor. Eso pesábamos entonces.

Víctor ya iba al colegio Cervantes en parvulos, y los fines de semana, con nuestro R-5 Víctor, normalmente Israel, el hermano de Mª José y Katy (que así bautizamos a la perra), nos desplazábamos a ver nuestra parcela. Yo acababa desgañitado, pues en el coche entre los gritos de los críos y los ladridos de la perra, aquello parecía una jaula de grillos, pero la ilusión de estar en nuestro terreno, midiendo a zancadas lo grande que nos haríamos el chalet, dónde pondríamos la pista de tenis, por dónde haríamos la entrada . . . todo ello nos hacía trabajar con más ganas y salvar todos los obstáculos que normalmente, nos va poniendo por el camino la vida.

Y la verdad es que nos hemos quejado pocas veces.

Y hemos afrontado los problemas con la predisposición de resolverlos.

Y visto como ha evolucionado todo desde entonces, acertamos plenamente.

¡Y qué felices éramos!.