¡¡BIENVENIDO!!

Si has entrado en mi blogg, seguramente te has perdido.

lunes, 26 de abril de 2010

Una situación embarazosa.

1980, hace treinta años.
Exactamente eso, hace treinta años, fallecía el maestro del suspense, Alfred Hitchcock y asesinaban a un icono de la música y la protesta John Lennon. En ese mismo año el disco del grupo Pink Floid, "The Wall" es número uno en las listas de éxitos. En EEUU es elegido presidente un actor de cine: Ronald Reagan. Pues sí, la nación donde todo es posible.
En España, mientras tanto, la democracia se iba asentando, aunque de vez en cuando atravesábamos turbulencias, como la condena del teniente coronel Tejero, por conspirar contra la democracia, en la conocida como operación Galaxia, el nombre del bar donde se reunían los golpistas. Este hombre se haría famoso unos años más tarde.
Felipe González, mientras tanto, y ante la inestabilidad del partido en el gobierno, presenta en el congreso de los diputados una moción de censura que es rechazada por tan sólo 14 votos. Se iba preparando el terreno.
La familia Sorlí/Gallén (o sea nosotros), mientras tanto, seguía con su vida.
Consolidado el tema sentimental, con una magnífica relación de pareja, disfrutando los momentos que nos brindaba nuestra situación privilegiada, independientes y estabilizada la situación económica, después de dos años casados, a finales del 79, nos empezamos a plantear tener un hijo.
Sopesados los pros (muchos) y los contras (ninguno), nos apeteció, nos apeteció mucho, así que nos pusimos manos (y todo lo demás) a la obra.
Y a las primeras de cambio, ¡NOS QUEDAMOS EMBARAZADOS!.
La concepción, tuvo lugar entre los días, 22 y 23 de enero, no puedo ser más preciso en cuanto a la hora y el alumbramiento, estaba previsto para el mes de octubre.
Yo seguía trabajando en T. Blasco, el trabajo me iba bien. Había conseguido ganar el cariño de los dueños, que eran gente trabajadora, que con su esfuerzo habían montado una empresa que les funcionaba bien, era un taller de chapa y pintura del automóvil, y depositaron en mí toda su confianza.
Los domingos seguía la tradición de la paella familiar en casa de los suegros, con lo que nos juntábamos un montón de gente, se comía bien, se bebía bastante, se hablaba mucho y se discutía sobre todos los temas de actualidad. En ese aspecto eran memorables las discusiones, sobre todo, de mi suegro y yo, pues nuestras posiciones, eran diametralmente opuestas en temas como la política, la economía y sobre todo la religión. Nosotros antes de casarnos, habíamos dejado el Camino Neocatecumenal (los Kikos) y ellos seguían allí la mayor parte de la familia, así que el tema estaba servido. Pero las discusiones bastante acaloradas, solían terminar relativamente bien y hasta el próximo domingo.
También eran memorables las partidas de frontenis, que jugábamos en el frontón que se había construido mi suegro en "la nave", residencia de la familia, donde en verano nos reuníamos todos los hijos y cuñados y donde nos seguimos reuniendo, para las celebraciones familiares.
Solíamos jugar Ximo, mi suegro, normalmete Titín (un amigo de mis suegros) y yo.
Mi suegro se apuntaba siempre conmigo; yo de delantero y él aguantando la pared en la parte de atras. La táctica de juego de mi suegro, como él, no era muy estilista y desde luego nada fina; se basaba más o menos en el garrote y tente tieso: "Paco tírala fort arrere" y claro cuando los dos delanteros nos poníamos a hacer dejaditas y dos paredes, se ponía nervioso: "collons ja está bé de mariconaes, tírala arrere".Solíamos ganar siempre y luego en la piscina nos reíamos mucho comentando las jugadas, pero mientras él se cogía unos buenos rebotes, allí detrás, apoyado en la pared, con su faja enrrollada para protejerse los riñones y su gorra ladeada para protejerse del sol. . . parecía más un carretero que un jugador de frontón, pero era entrañable, visto con la perspectiva del tiempo claro. Buenos tiempos aquellos.
Y así entre el trabajo y el ocio, se fue aproximando la fecha del nacimiento del que sería nuestro primer hijo.
El día fue el 11 de octubre, un sábado por la mañana, muy de mañana las 6, Mª José se empezó a notar los primeros síntomas de que empezaba la cosa, así que después de llamar a la comadrona y reconocerla, nos aconsejó que esperásemos todavía unas horas. Sobre las diez de la mañana, nos trasladamos ya al hospital y tras una espera dolorosilla para Mª José y larga para mí, pues entonces no se entraba a la sala de dilatación y la incertidumbre se apoderaba de uno. Sobre la una del mediodía, nació Victor Sorlí Gallén.
Este sí que puedo deciros que fue el día más maravilloso de mi vida.
Tras estar un rato con Mª José y mi hijo, tampoco podíamos estar todo lo que queríamos, me fui a dar la noticia a los respectivos padres, pues entonces no había móviles.
Recuerdo, que mientras iba en el coche hacia casa, dí algún grito de alegría.
Primero se lo dije a los padres de Mª José y luego me fui a casa de los míos para participárselo y claro, organizar el viaje para que las dos familias pudieran ver a madre e hijo de 14 a 16, que eran las horas de visita.
La cosa fue muy bien, y a los dos días la familia Sorlí/Gallén, volvió a casa con su nuevo miembro, Victor, a empezar a vivir una nueva vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario